Home » Blog » Gestión Operativa y SOPs » ¿Cuál es la diferencia entre la ficha técnica y el escandallo para tu restaurante?
La principal diferencia radica en que la ficha técnica es más completa e incluye dentro al escandallo. El escandallo es una herramienta de costeo (plato y mermas), mientras que la Ficha Técnica es una herramienta de estandarización para que cualquier persona en la cocina capacitada pueda reproducir exactamente el mismo plato, sin alterar la calidad, el sabor, la presentación y los costes del mismo. La ficha técnica el procedimiento de preparación de manera específica, la lista de utensilios que se necesitan, la cantidad específica de productos que se deben utilizar, incluye fotos de los procesos y de la presentación, y también el escandallo.
Tabla de contenido
Si estás montando un restaurante, invirtiendo en uno o ya tienes uno en marcha, hay dos palabras que deberían hacerte levantar una ceja: rentabilidad y control. Porque en la cocina no solo se cuecen platos, también se cuecen números.
La hospitalidad no es solo pasión y servicio. Es también un negocio, y como todo negocio, vive (o muere) por su capacidad de controlar los costes y optimizar su operación día a día. Aquí es donde entran en juego dos herramientas que, aunque suenan técnicas, deberían ser tan familiares como el salero sobre la mesa: la ficha técnica y el escandallo.
¿Por qué deberías prestar atención a estas dos? Porque sin ellas, estás navegando sin brújula. Puedes tener el mejor chef, el local más bonito y los platos más instagrameables, pero si no sabes exactamente cuánto te cuesta prepararlos y cuál es su margen real, entonces estás jugando a ciegas en un mercado muy exigente.
Controlar tus costes no es opcional. Es obligatorio si quieres sobrevivir más allá de la temporada alta. Y gestionar tu cocina de forma eficiente tampoco es un lujo. Es una condición básica para competir en el 2025, donde la rentabilidad no se improvisa, se diseña.
Así que sí, vamos a hablar del escandallo y de la ficha técnica. Porque entender sus diferencias no es solo una lección de contabilidad culinaria. Es una necesidad práctica si te tomas en serio la idea de tener un restaurante que no solo cocine rico, sino que también dé beneficios.
¿Qué es una ficha técnica en restauración?
La ficha técnica no es solo un papel bonito con ingredientes. Es la columna vertebral operativa de cada plato en tu carta. Si quieres ofrecer calidad constante, controlar costes y que no cunda el caos cada vez que el chef se toma un día libre, necesitas esto.
¿Para qué sirve una ficha técnica?
Su función principal es estandarizar cada preparación para que sea replicable, rentable y coherente en presentación, cantidad y sabor. También es una herramienta de control que te permite saber, al céntimo, cuánto cuesta elaborar cada plato y cuál es su margen real.
¿Y qué contiene exactamente?
- Nombre del plato. Claro y sin rodeos.
- Ingredientes. Todos, sin excepción, desde el aceite hasta las especias.
- Cantidades exactas por ración. Gramos, mililitros, unidades. Medidas claras que no den lugar a versiones “creativas”.
- Procedimiento de elaboración. Paso a paso para que cualquier miembro del equipo pueda ejecutarlo sin improvisar.
- Tiempo estimado de preparación. Porque el reloj también cuesta dinero.
- Coste unitario de cada ingrediente.
- Coste total del plato. Incluyendo todos los ingredientes usados en una porción.
- Precio de venta. El que aparece en tu carta.
- Margen bruto. La diferencia entre el coste y el precio de venta. Esa línea que separa un restaurante con futuro de uno que vive al límite.
¿Por qué es imprescindible?
Porque sin ficha técnica, cada plato es una lotería operativa y financiera. Puedes acabar vendiendo por 12 euros algo que cuesta 10 cocinar… y ni siquiera darte cuenta.
Y no, no es solo cosa del chef. Una ficha técnica bien hecha sirve también para el equipo de compras, para el personal de cocina, para el gerente y para ti como dueño o inversor. Todos juegan mejor cuando las reglas están claras.
¿Quieres evitar sorpresas en tu inventario? ¿Quieres que tus platos siempre salgan iguales, y que tú siempre sepas si estás ganando dinero o no? Entonces necesitas fichas técnicas.
Sin ellas, estás cocinando a ciegas. Con ellas, estás construyendo un negocio inteligente.
¿Qué es un escandallo y por qué marca la diferencia en la rentabilidad?
El escandallo no es otro papel administrativo más. Es la radiografía de tus costes. Si la ficha técnica te dice cómo hacer el plato, el escandallo te dice cuánto te cuesta de verdad. Y no hablamos solo de los ingredientes, hablamos de la película completa.
¿Qué es exactamente un escandallo?
Es un desglose detallado del coste real de un plato. Incluye el cálculo minucioso de cada ingrediente, sí, pero también suma otros elementos que suelen pasar desapercibidos: costes indirectos, mermas, pérdidas por elaboración, y hasta el aceite que se evapora.
Cuando lo haces bien, el escandallo te da una cifra clara: el coste real total por ración servida. Y a partir de ahí, puedes tomar decisiones de precio con criterio. No con intuición o con “lo que se cobra en el bar de al lado”.
¿Qué debe incluir un escandallo bien hecho?
- Ingredientes por ración, junto con sus cantidades exactas y precio de compra actual.
- Mermas. Lo que se pierde al limpiar, pelar, filetear, etc. Porque eso también cuesta.
- Costes indirectos. Energía, horas de trabajo, limpieza, consumibles varios.
- Precio total del plato. Lo que cuesta prepararlo de verdad, teniendo en cuenta todo lo anterior.
- Precio de venta sugerido. Calculado a partir del margen bruto deseado, no del “esto suena bien”.
¿Para qué sirve esta información?
Para fijar precios de forma rentable. Porque si no sabes cuánto te cuesta algo, no puedes ponerle un precio que te deje beneficios. Y aunque vendas mucho, puedes estar perdiendo dinero con cada plato sin darte cuenta.
También sirve para analizar qué platos funcionan y cuáles no desde el punto de vista del margen. O para decidir si ese plato con foie, que enamora a los clientes, se justifica en carta o te está lastrando el beneficio global.
El escandallo es tu lupa financiera en la cocina.
Mientras la ficha técnica ordena la ejecución, el escandallo desnuda el plato a nivel económico. Y si vas en serio con tu restaurante, necesitas los dos. Uno organiza el cómo, el otro revela el cuánto. Y juntos te permiten evaluar, ajustar, y sobre todo, ganar dinero en lugar de perderlo sin saber dónde.
¿Quieres saber si un plato es rentable, cuánto margen aporta o si deberías quitarlo de la carta? Pregúntale al escandallo. Él no improvisa.
Principales diferencias entre ficha técnica y escandallo
Ahora que ya tienes claro qué es cada uno, vamos a lo que realmente te interesa: entender en qué se diferencian la ficha técnica y el escandallo, para usarlos con cabeza (y no solo porque te lo recomendó un asesor con muchas hojas de Excel).
Funciones: una organiza la cocina, la otra descifra los números
- La ficha técnica es una herramienta operativa. Está diseñada para que cualquier persona en cocina sepa exactamente cómo elaborar un plato, sin errores ni improvisaciones. Es la guía paso a paso.
- El escandallo es una herramienta financiera y de control de costes. Sirve para saber si ese plato que tanto gusta a los clientes realmente deja dinero o solo buenas opiniones.
Contenido: uno detalla el proceso, el otro desglosa los costes
- La ficha técnica recoge ingredientes, cantidades, procesos de elaboración, precio de venta y margen estimado.
- El escandallo va al grano con los números. Incluye el precio real unitario de cada ingrediente, mermas, costes indirectos y todos los factores que influyen en el coste final por ración.
Objetivo: estandarizar vs. rentabilizar
- La ficha técnica busca consistencia. Que el plato siempre se prepare igual, tenga la misma presentación, el mismo sabor y el mismo coste para ti.
- El escandallo busca rentabilidad. Te dice si ese plato debe seguir en carta, ajustarse, subirse de precio o rediseñarse por completo.
Aplicaciones prácticas en el restaurante
- La ficha técnica la usan los cocineros para preparar platos, el personal nuevo para formarse rápido y el chef para garantizar estándares.
- El escandallo lo usa el gerente o propietario para analizar márgenes, el equipo de compras para controlar gasto y tú como dueño o inversor para tomar decisiones estratégicas con los pies en el suelo.
Resumiendo: la ficha técnica te dice cómo cocinar el plato de forma profesional y replicable. El escandallo te dice si vale la pena seguir cocinándolo.
Una trabaja en la cocina. La otra trabaja con la calculadora.
Y si crees que puedes sobrevivir con solo una de las dos, cuidado. Podrías tener una cocina bien organizada que pierde dinero por cada plato, o tener un cálculo perfecto pero un servicio inconsistente. Solo usando ambas sabrás si estás sirviendo un plato con identidad y con beneficio.
¿Por qué emprendedores, inversionistas y dueños de restaurante deberían usar ambas herramientas?
Ficha técnica y escandallo no son “cosas de cocina” ni “tareas administrativas”. Son herramientas estratégicas. Dependiendo del rol que juegues en el negocio de la restauración, cada una aporta valor de una forma distinta. Y si sabes aprovecharlas, te darán ventaja desde el primer euro invertido hasta el último plato servido.
Emprendedores: menos intuición, más control desde el inicio
- Diseño inteligente del menú. La ficha técnica te ayuda a construir una carta rentable desde el minuto uno. No eliges platos solo por moda, sino porque sabes exactamente cuánto cuestan y qué margen pueden dejarte.
- Prevención de errores costosos. El escandallo te alerta antes de que algo te explote en la cuenta de resultados. Calculas precios con cabeza, y no por imitación al restaurante de la esquina.
- Reclutamiento más fácil y formación más rápida. Fichas claras permiten formar al personal sin repetirles todo mil veces. Ahorra estrés y tiempo en la cocina, justo cuando más lo necesitas.
Si estás montando tu primer restaurante, trabajar sin estas herramientas es como abrir con la caja registradora vacía y los ojos vendados.
Inversionistas: sin datos reales, no hay rentabilidad real
- Análisis objetivo de la viabilidad. Quieres saber en qué estás metiendo tu dinero. El escandallo revela si la operación genera beneficios reales o solo ilusión contable.
- Seguimiento continuo de la rentabilidad. Las fichas técnicas actualizadas y escandallos bien hechos te permiten medir si el negocio mantiene márgenes razonables o si la inflación ya se comió la rentabilidad.
- Control sin meter las manos en la masa. Puedes supervisar con datos, sin necesidad de estar en el local cada día. Esa distancia inteligente requiere herramientas estables y bien gestionadas.
Un restaurante sin ficha técnica ni escandallo es una inversión que opera en piloto automático, pero sin GPS ni indicador de combustible. Un riesgo innecesario.
Dueños de restaurante: eficiencia, rentabilidad y control sostenido
- Optimización operativa continua. Detectas desviaciones de costes, raciones mal servidas y platos que ya no son rentables de forma inmediata.
- Cambios de personal sin trauma. Las fichas técnicas aseguran la continuidad operativa incluso si cambia el jefe de cocina. El servicio sigue igual de consistente.
- Decisiones con cálculo, no con corazonadas. ¿Subes de precio? ¿Quitas platos? ¿Renuevas proveedor? El escandallo te da datos concretos para decidir sin perder margen ni clientela.
En pleno 2025, no basta con tener buen producto y atención. La diferencia está en tener procesos que te permitan crecer sin perder el control en cada paso.
Usar ficha técnica y escandallo ya no es opcional. Es parte de la inteligencia operativa de cualquier restaurante rentable.
Cómo elaborar una ficha técnica y un escandallo correctamente
Si pensabas que hacer una ficha técnica o un escandallo se resolvía con una hoja suelta y una calculadora de la ferretería, tenemos que hablar. Hacerlos bien no solo te ahorra disgustos, también te arma con información real para tomar decisiones que afectan directamente tu margen y sostenibilidad.
Pasos clave para crear una ficha técnica
- Define el plato con precisión. Ponle nombre claro, evita reducciones poéticas ilegibles. Si vas a venderlo, que sea identificable.
- Lista todos los ingredientes. Absolutamente todos. Desde la sal hasta el aceite para saltear. Cada gramo cuenta.
- Especifica cantidades exactas. Nada de “un poquito de”. Habla en gramos, mililitros o unidades. Que todo el equipo trabaje con la misma métrica.
- Detalla el procedimiento paso a paso. Piensa que alguien nuevo debe poder replicarlo tal cual. Cubre técnicas y tiempos.
- Calcula el coste de cada ingrediente según su precio actual. Usa hojas de cálculo o software de gestión. Hazlo preciso, nada de redondeos por pereza.
- Suma el coste total por ración servida. Incluye lo que realmente se usa en esa porción, no el paquete entero.
- Establece el precio de venta. Basándote en el margen que quieres lograr. No “lo que se cobra por ahí”. Tú no eres el bar de enfrente.
- Calcula el margen bruto. Es la diferencia entre tu coste total por plato y el precio de venta.
Tip para mantenerlas vivas: Cada vez que cambies de proveedor o suba un precio, actualiza la ficha. Sino estarás trabajando con datos de otro planeta.
Cómo construir un escandallo como debe ser
- Parte de la ficha técnica. Ya tienes ingredientes y cantidades. Es tu base.
- Incorpora las mermas. ¿Cuánto pierdes al pelar, cortar o cocinar? Pésalo o mídelo. No lo inventes.
- Suma los costes indirectos. Gas, electricidad, tiempo del personal, limpieza, film de cocina, etc. Usa promedios si no puedes medir al detalle, pero no los ignores.
- Calcula el coste real total por ración. Incluye lo que entra (ingredientes) y lo que se va (mermas + indirectos).
- Define el margen deseado. Porcentaje o valor absoluto que quieras ganar con ese plato.
- Obtén el precio de venta sugerido. Aplica el margen al coste real para tener una cifra con sentido financiero.
Consejo práctico: Actualiza tu escandallo cada [insert período], mínimo trimestralmente o cada vez que haya un cambio importante en costes.
Herramientas recomendadas (sin humo digital)
- Hojas de cálculo estructuradas. Excel o Google Sheets con fórmulas bien puestas. Tienen que calcular automáticamente cada vez que cambias un precio.
- Software de gestión gastronómica.
- Base de datos de compras. Mantén una lista de precios actualizados de tus productos. Con nombre, proveedor y precio.
- Balanzas precisas. Para medir todo con rigor. Nada de adivinar “esto serán como 100 gramos”. Mídelo.
Mantenerlos útiles y actualizados todo el año
- Hazles seguimiento mensual. Cambian precios y cambian volúmenes. Si no actualizas, estarás vendiendo con márgenes ficticios.
- Centraliza la información. Que todo esté en un solo lugar accesible para quien lo necesite. Nada de carpetas perdidas o post-its en la nevera.
- Revisa con el equipo. No lo hagas tú solo desde la oficina. Cocina y gerencia deben hablar el mismo idioma (y usar los mismos números).
Una ficha técnica obsoleta no sirve. Un escandallo sin actualizar es solo un adorno en tu drive. Y un restaurante que no los usa de verdad, es un Titanic gastronómico esperando encontrar icebergs en forma de factura.
Hazlos bien. Mantenlos vivos. Y verás cómo tu cocina no solo huele bien, también respira beneficios.
Errores comunes al usar ficha técnica y escandallo (y cómo no caer en ellos)
Aquí no estamos para señalar con el dedo, pero sí para evitar que tires dinero por descuidos perfectamente evitables. Porque una ficha técnica mal hecha puede ser peor que no tenerla. Y un escandallo sin rigor es básicamente una ficción de Excel con complejo de novela romántica.
Error #1: Copiar fichas técnicas de Internet o de otro restaurante
El plato que sirve tu competencia no es el tuyo. Ni mismo proveedor, ni mismo cocinero, ni mismos costes. Usar plantillas ajenas sin ajustar los datos reales de tu operación es como ponerte un traje de otro y salir a correr una maratón: acabarás sudando, rozado y sin haber llegado a la meta.
¿Qué hacer en su lugar?
- Elabora cada ficha técnica desde cero, con tus ingredientes, tus procesos y tus precios actuales.
- Verifica cada paso con el chef y el equipo de cocina para reflejar la ejecución real, no la teoría del recetario ideal.
Error #2: Olvidar las mermas (o directamente no contarlas)
Usar el precio de compra del kilo bruto como si fuera lo que realmente acabas en el plato, es engañarte a ti mismo. Si compras 1 kg de cebolla y solo usas 850 g tras pelar y cortar, hay un coste oculto ahí.
¿Cómo evitarlo?
- Pesa después de procesar cada materia prima y registra los porcentajes perdidos.
- Incluye las mermas en tu escandallo como parte del coste real. Lo que va a la basura también lo pagaste.
Error #3: No actualizar las fichas ni los escandallos cuando cambian los precios
Los precios de tus materias primas cambian. Y si tu escandallo no se actualiza con ellos, es como manejar con un GPS de hace 15 años. Sí, marca “calle”, pero quizá ya no existe ese camino (ni ese margen).
Recomendación clara:
- Establece una revisión rutinaria. Puede ser mensual, bimensual o tras cada compra grande.
- Mantén las fichas y escandallos en un formato editable, fácilmente replicable y centralizado.
Error #4: No integrar las fichas técnicas y escandallos en la operación diaria
Muchos hacen el documento, se sienten productivos… y lo guardan en una carpeta que no vuelve a abrirse nunca más. Una ficha técnica que no se consulta y un escandallo que no se usa es como tener un extintor decorativo: no sirve cuando hace falta.
¿Cómo darle vida real a estas herramientas?
- Inclúyelas en todas las formaciones de cocina. Nuevo personal significa revisión de ficha técnica.
- Úsalas en reuniones operativas para detectar ineficiencias o platos fuera de margen.
- Revisa cada cambio de carta tomando como base el rendimiento real que muestra tu escandallo.
Error #5: Confiar en cálculos “de cabeza” o en intuición
Intuición sin datos es adivinación. Y en la gastronomía actual, eso es apostar a perder contra el calendario fiscal. Si calculas márgenes a ojo, probablemente estás marginando… a tus propios beneficios.
Consejo directo:
- Usa siempre una hoja de cálculo precisa o software especializado. Automatiza los cálculos para que reflejen el coste real.
- Establece tolerancias de margen mínimas para tomar decisiones con base matemática, no emocional.
Error #6: No involucrar a todo el equipo en la gestión de costes
Si el jefe de cocina nunca ve un escandallo y el gerente no entiende una ficha técnica, hay un problema. Estás gestionando en compartimentos estancos, como si cada uno jugara a su propio juego.
¿Cómo evitarlo?
- Fomenta reuniones cruzadas entre cocina, compras y gerencia. Que todos entiendan cómo afecta su trabajo al margen.
- Asegúrate de que cualquiera que maneje ingredientes o decida sobre proveedores tenga acceso a las versiones actualizadas de ambos documentos.
Error #7: Estimar el coste por ración sin considerar el rendimiento real del lote
Si preparas 5 litros de salsa pero solo usas 50 ml por plato… ¿has repartido bien los costes? Muchos escandallos fallan por esto: no prorratean correctamente los costes de producciones grandes.
Guía práctica:
- Calcula el total producido y define claramente qué proporción se usa en cada ración.
- Asocia ese coste prorrateado al plato correspondiente. Ni más, ni menos.
Resumen para no estrellarte
- No improvises con tus datos. Cada gramo y cada céntimo cuentan.
- Actualiza con regularidad. Nada envejece más rápido que una ficha técnica basada en precios del año pasado.
- Hazlo en equipo. Cocina, compras y gerencia deben hablar el mismo idioma: el de la rentabilidad.
- No uses fichas ni escandallos como decoración administrativa. Son herramientas vivas. Si no las usas, están muertas.
Evitar estos errores no te convierte en el mejor restaurante de España, pero sí evita que seas uno más de los que cierran sin saber por qué. Y eso ya es una ventaja enorme.
Trabaja con rigor. Cocina con gusto. Calcula con cabeza. No es ciencia nuclear, pero casi.
Conclusión: ficha técnica y escandallo, dos pilares que sostienen tu rentabilidad
Si has llegado hasta aquí, ya te habrás dado cuenta: la ficha técnica y el escandallo no son documentos para rellenar por cumplir. Son dos herramientas elementales para entender qué pasa realmente en tu cocina y, sobre todo, en tu cuenta de resultados.
La ficha técnica organiza y estandariza. Define cómo se elabora cada plato, qué lleva, cuánto tiempo toma y cuánto cuesta producirlo. Sirve para que cada servicio sea consistente, para formar rápido a tu equipo, y para saber si estás ganando o solo vendiendo bonito.
El escandallo, en cambio, revela la verdad económica del plato. Te dice si realmente te deja margen, cuánto te cuesta incluyendo mermas y gastos indirectos, y si tiene sentido seguir sirviéndolo. Si quieres tomar decisiones con base real, tus números empiezan aquí.
¿La gran diferencia? Mientras la ficha técnica es una herramienta operativa, enfocada en el “cómo”, el escandallo es una herramienta financiera, enfocada en el “cuánto”. Una te ayuda a ejecutar, la otra a decidir. Ambas son piezas clave si buscas más que sobrevivir: si quieres construir un restaurante rentable, competitivo y sostenible en el tiempo.
Y no importa si eres emprendedor que empieza, inversionista que evalúa o dueño con experiencia. La combinación de estas dos herramientas te permite diseñar, controlar y mejorar cada aspecto productivo y financiero del negocio.
Porque la cocina no solo habla con fuego. También habla con números. Y quien no los escucha, termina pagando por no entenderlos.
Domina tu carta, conoce tus márgenes y deja de improvisar. Ficha técnica y escandallo no son papel. Son estrategia.
Pablo Corral
Chef Ejecutivo | Consultor Gastronómico | Master Cuisinier por Le Cordon Bleu de Lima, Perú, con titulación en Administración de Empresas por la Universidad Complutense de Madrid. Con más de 15 años de experiencia gastronómica que lo han llevado por algunos de los restaurantes más prestigiosos del mundo, como "El DOM" y "Dalva e Dito" de Brasil, "Manifiesto" y "Hanna & Sumi" en Perú, así como por el sector del catering de alta cocina en Madrid con VE-GA Catering.